sábado, 11 de octubre de 2014

Capítulo II EL EGO - Libro LA REVOLUCION PSICOLOGICA -




El ego es la bestia que nos convierte en marionetas y nos hace esclavos del pecado

¿Qué es el EGO?

Indudablemente debemos llegar a esta explicación para poder entender hacia donde queremos ir.

Al igual que en las antiguas batallas épicas, cuando un general y su ejército se lanzaban ferozmente a la batalla en contra de un ejército enemigo, sea cual fuere el motivo de la misma (la libertad, poder, riquezas, etc.) siempre debía existir unos elementos previos a dicha batalla ¿cuál? La preparación y estrategia.

Todo aquel que desea enfrentarse en una lucha a muerte contra algo o alguien debe tener una estrategia esto es: conocer a su enemigo. Saber a quien se enfrenta, espiarlo, estudiarlo, saber cómo piensa, cuáles son sus propósitos, que come, como se alimenta, a qué horas duerme, quienes son sus aliados, conocer su fuerza en número, en armamento y habilidades, sus estrategias de lucha, también sus debilidades, en fin todo.

Debe compilar una gran cantidad de información con el inteligente propósito de descifrar a su enemigo o contendor.

Ningún general medianamente sensato se enfrentaría en cruenta lucha a muerte a un rival bien armado y estructurado sin antes haber medido fuerzas y calculado riesgos.

Pues bien amigo lector, eso es el ego animal. Un muy bien estructurado ejercito, astuto, bien armado y con muy fuertes aliados, solo hay una diferencia entre una y otra situación y es que el ego animal vive dentro de cada uno de nosotros.

Tal como los paracitos viven en nuestro intestino sin que lo notemos hasta que nos enferman, de la misma manera el ego animal vive dentro de nuestro mundo interior y no podemos notarlo.

Solo podemos percibir sus malignas manifestaciones pero por desgracia no en nosotros mismos sino en las personas que nos rodean.

Vemos que los demás son chismosos, ladrones, perezosos, aduladores, mentirosos, adúlteros, corruptos, hipócritas, envidiosos, deshonestos, falsificadores, invasores, lujuriosos, iracundos, anticuados, orgullosos, brutos, burros, jetones, huelen feo. En fin.

Llenaríamos miles de libros enumerando la cantidad de defectos que podemos descubrir en las otras personas, pero a cambio, si nos hacemos a la tarea de mirar nuestros propios defectos una página sería suficiente y nos quedaría papel en blanco.

Pues bien a migo lector esta es nuestra primera estrategia. Búscate un cuaderno y lápiz y comienza de manera literal a hacer esa lista. Solo que debes utilizar a las personas que te rodean (amigos, familiares, y demás) como un espejo-psicológico de tu propia defectuosidad.

Eso quiere decir, que cualquier defecto por ajeno y desproporcionado que parezca si lo descubrimos en los demás muy seguramente también lo tenemos nosotros.

Prueba de ello es cuando se arma una conspiración, revuelta o revolución para derrocar a X o Y líder, presidente, dictador, rey, etc. Con la justificación de que es malo, opresor, corrupto, débil, en fin.

Lo derrocan. Lo despescuezan o lo destierran y monta el otro gobierno, el resultado es que rara vez las cosas mejoran. Todo sigue igual o peor que antes. ¿A qué se debe esto? Pues precisamente a que nosotros los especímenes humanoides no podemos ver nuestros propios errores o defectos en nosotros mismos, sino en los demás.

Por eso el GRAN KABIR JESUS, EL CRISTO nos dice: “hipócritas sacad primero la viga de tu ojo para que puedas ver la paja en el ojo ajeno”.

He ahí que los evangelios crísticos hacen repetidas alusiones a ciegos.

La ceguera en términos espirituales es la incapacidad de poder vernos a nosotros mismo tal cual somos.

Un líder espiritual o espiritualista que no ha hecho el menor esfuerzo por aniquilar en si mismo los defectos de ira, pereza, gula, lujuria, envidia, orgullo, fanatismo, codicia, etc. Pues no es otra cosa que un ciego guiando a otros ciegos, al final todos caerán al abismo, tanto el líder como sus seguidores.

Otra forma en que el maestro JESUS lo expresa es la siguiente “Atraviesan mar y tierra con el propósito de hacer un prosélito, y una vez que lo consiguen lo hacen dos veces más hijo del infierno de lo que era antes”.

La ceguera pues, es la incapacidad de mirar nuestros propios errores de auto-criticarnos y auto-corregirnos.

Entonces para poder descubrir la clase de “joyita” que cada uno de nosotros es, se hace indispensable desarrollar un sentido interno que tenemos atrofiado la gran mayoría de los terrícolas.

Este sentido es: LA AUTO-OBSERVACION PSICOLOGICA DE SI MISMO.

Quien empieza a trabajar seriamente en la reactivación de este sentido, verdaderamente se da cuenta que no somos peritas en dulce como erradamente hemos estado creyendo y que nos espera un arduo y continuo trabajo para corregir nuestra manera de pensar, sentir y obrar.

Es pues, el propósito de esta humilde obra llevar a mayor número de individuos de manera gratuita, sin distingo de raza, credo, procedencia, edad o sexo, la didáctica precisa y las claves exactas para que cada uno comience a desintegrar esa bestia que llevamos dentro a la cual se le llama el EGO.

Mientras carguemos es nuestro interior psicológico todo ese ego nunca tendremos una contemplación directa de DIOS. No podremos percibir a Dios ni tampoco podremos percibir las dimensiones superiores de la naturaleza, esferas luminosas o cielos y por el contrario la terrible pesadez y ceguera espiritual que produce el ego tarde o temprano nos precipitara en el abismo.

Ahora estudiemos más detalladamente eso que llamamos EGO o YO PSICOLOGICO. El ego no es de ninguna manera algo solido o unitario el ego es el conjunto de defectos que comúnmente se conoce con el nombre de PECADOS CAPITALES y está organizado de manera muy similar a un ejército con su respectivo orden de jerarquías o mandos. La cúpula mayor está conformada por los TRES TRAIDORES también conocidos como los tres padres de la mentira ellos viven en la profundidad de nuestra psiquis y se manifiestan a través de las legiones y sub-legiones de Yoes o defectos y estos a su vez de la personalidad.

Los TRES TRAIDORES son:

  • El demonio de la mente simbolizado en la Biblia por Pilatos.
  • El demonio del deseo simbolizado en la Biblia por Judas.
  • El demonio de la mala voluntad simbolizado en la Biblia por Caifás,

El Pilatos se manifiesta cuando nos justificamos y nos lavamos las manos ante cualquier error que cometemos evadiendo nuestra responsabilidad en el hecho.

El Judas es el deseo por posesión de cosas materiales, goce sexual, poder, dinero, joyas, viajes, placer, glotonería, licor, etc.

Y el Caifás es cuando hacemos algo que sabemos está mal hecho y sin embargo lo hacemos. Matar, robar, injuriar, mentir, fornicar, adulterar, en fin todo acto que va en contra de las leyes de Dios y de los hombres.

A partir de ahí le siguen los siete defectos principales, pecados capitales o cabezas de legión.

Estos son: ira, pereza, envidia, orgullo, lujuria, gula, avaricia. Y de ahí para abajo están las legiones y sub-legiones que están conformadas por los diferentes agregados psicológicos, Yoes o defectos, también se les dice detalles. Y todo esto se manifiesta a través de la personalidad.

Si estudiamos aquella parte del evangelio crístico en que el Venerable Maestro JESUS le pregunta a un endemoniado (persona común y corriente) cuál es tu nombre y este le responde mi nombre es legión porque aquí somos muchos. Hace referencia a que nosotros los seres humanos que poblamos el planeta Tierra somos en realidad una legión de Yoes, pecados o defectos.

Hablando en términos puramente materialistas, físicos, mecánicos, de forma etc. Definiremos un defecto como la ausencia de cualidades que debería tener una cosa, imperfección, o no cumplimiento de las características de algo o alguien para cumplir determinada función.

Para ser más claros, (amigo lector que amable y pacientemente aceptas recibir este pequeño tratado), plantearemos el siguiente ejemplo; si alguien tiene la posibilidad económica de comprase para sí un vehículo de último modelo, con todos los lujos y comodidades que ofrecen los avances de la tecnología moderna, y si ese flamante automóvil tuviese al menos un rayoncito en la pintura. ¿Lo aceptaría? Claro que no. por ningún motivo. “¡a mí me entregan mi carro en buen estado o no compro nada!” Diría aquel individuo.

O para no ser tan elitistas, citemos otro ejemplo, tan solo de un par de zapatos. Los miras, les das vuelta, revisas las costuras, el cuero, color, forma etc. Te mides uno, otro, en fin. Nadie te va a meter los dedos en la boca ni te mete gato por liebre (sobre todo a las damas). Y aparte de eso, si por desgracia los compras y al día siguiente se despegan por algún lado… ¡ay! Del pobre vendedor. (Aunque él no es quien hizo los zapatos), va el cliente terriblemente indignado, furibundo, lo, o la insulta, y le dice hasta de que mal se va a morir. (Es raro que alguien haga un reclamo en buenos términos por estos tiempos).

Conclusión: nadie aceptaría un objeto o enser por el que ha pagado un determinado valor, si el mismo no está en “PERFECTO”, estado y cumple las condiciones requeridas.

En estos tiempos de la liposucción, los implantes de silicona y la cirugía plástica, las gentes se han vuelto terriblemente quisquillosas con aquello de la apariencia exterior y estética. Y no es que lucir bien tenga algo de malo. No, lo “malo” es el concepto puramente superficial que el humano actual tiene sobre la perfección pues solo puede identificar lo incorrecto lo anormal lo defectuoso en lo exterior es decir desde la punta de la nariz para allá y aquellos que hacen cambios en su fisionomía, en su apariencia exterior no son movidos precisamente por un anhelo intrínseco de una búsqueda de perfección sino precisamente por la misma defectuosidad de su propio estado interior psicológico.

La apariencia externa que proyecta la falsa personalidad superficial no es movida por otra cosa diferente a la misma miseria interior de cada individuo, el orgullo, la vanidad, la tristeza, la nadidad, la falta de valores y virtudes, la falta de plenitud impulsan a las personas a proyectar una falsa imagen de perfección con el anhelo y esperanza de ser comprendidos, aceptados y muchos hasta pretenden ser admirados e idolatrados como símbolo de la perfección humana. Caso concreto el de los “artistas” de la farándula que se pavonean como verdaderos pavo-reales mostrando a “su público” sus “impresionantes” dotes de “perfección” y “belleza” virtudes y talentos que ya quisieran ellos no caminar, sino flotar por los aires, no pisar el mismo suelo que pisan sus fans, cuando la realidad es que la psiquis de estos elementos está completamente “descuadernada” cualquier vicio como el alcohol, por ejemplo puede hacer que un vanidoso elemento de estos muerda el polvo, casos se han visto y por montones.

Total: las tales virtudes y talentos de los susodichos personajes como las de sus fans y el resto de la humanidad solo están impresos en la parte exterior de la fachada.

La apariencia exterior de la falsa personalidad superficial esconde un interminable séquito de defectos y no estamos haciendo alusión a los defectos físicos, de si eres orejón o cabezón o si tienes una arruga o una verruga o un lunar que te molesta. No es a ese tipo de defectos a los cuales nos estamos refiriendo es a los defectos de orden psicológico. La mente o las mentes del individuo de los tiempos del fin, es algo tan asqueroso y aberrante que podríamos tildarla de ser un vomito psicológico.

Miles de pensamientos, sentimientos, emociones retorcidas y contradictorias y en el mejor de los casos equivocados pasan a diario por las mentes de las personas.

Todas esas emociones y sentimientos más o menos errados son provocados por una multitud de defectos psicológicos que cargamos en lo más profundo de nuestro interior psicológico impidiendo y entorpeciendo el funcionamiento de la chispa de la conciencia que todo individuo posee. De tal suerte que la conciencia de los seres humanos que pueblan la faz de la tierra, o está dormida, o funciona de manera distorsionada y errónea.

Un defecto psicológico es una malformación, una aberración en la mente y la suma de todos estos defectos conforman una tenebrosa entidad a la cual se le puede identificar con diferentes nombres. Bíblicamente se le conoce como el Impostor. En el antiguo Egipto se le llamaban los diablos rojos de set. La psicología moderna les denomina Yoes y en culturas de diferentes lugares y tiempos se le ha bautizado con infinidad de nombres y apelativos, error, tinieblas, pecado, en fin. Nosotros le decimos el ego, esta es la bestia que vive en el interior de la psiquis de las personas y está conformada por siete grandes grupos de defectos que comúnmente se les conoce como los siete pecados capitales.

Esos siete pecados o cabezas de legión son: Ira. Pereza. Gula. Envidia. Orgullo. Lujuria. Avaricia.




Cabeza de legión significa que son como el General de un ejército que tiene bajo su mando muchos elementos que le obedecen de mayor a menor hasta llegar al soldado raso.

Tenemos como ejemplo la lujuria este sería el General, sus mandos medios son lascivia, pedófila, zoofilia, homosexualismo, lesbianismo, don-Juanismo, doña-Inesismo, adulterio, etc. Y termina con detalles diminutos como tomarles la mano a las damas, echarle piropos, mirarles la cola o simplemente tener fantasías sexuales etc. Y estos seria los soldados rasos todos son defectos que alimentan a este gran monstruo (General) de la lujuria y esta misma fórmula se debe aplicar a los demás defectos.

Para derrotar a la lujuria debemos comenzar por identificar y eliminar a todos los detalles pequeños y así se le va quitando el alimento al gran defecto grande.

Si alguien desea llegar al cielo o cielos primero debe purificarse, o eliminar de su psiquis, de su mente, de sus sentimientos, de su aspecto emocional. Todo, absolutamente todo estado tenebroso. El chisme, la maledicencia, el orgullo, la pereza, la envidia, los celos, la ambición, los vicios, etc. Son terribles obstáculos para que la humanidad alcance un estado espiritual superior.

Tenemos un pequeño porcentaje de nuestra chispa de conciencia libre (3%) y con esa base debemos comenzar, cada que se elimina un defecto por pequeño que este sea la chispa del amor o conciencia del individuo va creciendo hasta alcanzar un grado superior de conciencia con el cual podemos ya percibir la realidad de las dimensiones superiores de la naturaleza o cielos.

La parte inmortal de la especie humana es su Esencia o chispa de conciencia y esta es la que va al padre y puede percibir la verdadera felicidad.
Esa chispa de conciencia es el guerrero que existe en todo individuo. Por eso decimos “¿Qué haces tú, guerrero, dormitando a la orilla del camino (la vida), esperando una salvación que no ha de venir?”.

Es el momento de despertar el guerrero (Conciencia) que hay en ti, lucha con todas tus fuerzas del guerrero interno para lograr la perfección.

El GRAN MAESTRO CRISTO COSMICO UNIVERSAL y sus ángeles guerreros libra en estos momentos cruciales de la humanidad una impresionante y aterradora guerra contra las fuerzas del mal por rescatar a todas aquellas almas que se quieran purificar ponte de lado de la luz porque del otro lado solo están los perdedores aquellos que experimentaran el llanto y crujir de dientes y por último la muerte segunda.

No hay tiempo para perder el momento de entrar en batalla contra nuestros propios defectos o pecados es AHORA lucha por ser mejor humana y espiritualmente y así puedas participar en el rescate. El moderno gran EXODO.




TEXTO ORIGINAL ESCRITO POR: RAY M. LANDINEZ

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